Este ejercicio ilustrativo consiste en un compendio de rostros durante todo un semestre. Dentro de la materia de ilustración experimental, se nos pidió que cada día, dibujáramos un rostro, podría ser cualquier rostro no importaba el sujeto, importaba la ilustración. El objetivo de este ejercicio era desarrollar y reforzar nuestras habilidades de ilustración, poder entrenar al ojo a observar y la mano a trazar. Al final, el resultado fue algo totalmente inesperado, pude notar una evolución dentro de mis ilustraciones y encontrar una “metodología ilustrativa” que me funciona a mi.